LEYENDAS, CURIOSIDADES Y ALGO DE HISTORIA DE MÁLAGA



domingo, 25 de abril de 2010

¿Que tiene en común el Puente de Santo Domingo y la calle Compositor Lehmberg Ruiz?


Seguro que habréis pasado más de una vez por el Puente de Santo Domingo o Puente de los Alemanes, como es conocido popularmente en Málaga, y también os sonara la calle Compositor Lehmberg Ruiz pero os preguntareis: ¿Que tienen en común estos dos sitios?. El nexo de unión es un barco: la fragata alemana Gneisenau.
A las 11,30 de la mañana del día 16 de diciembre de 1900 se encontraba fondeada cerca del puerto de Málaga la fragata alemana Gneisenau, cuando se levantó un intenso temporal que rompió las anclas del barco y lo empujaba hacia las rocas, al no poder encender las calderas y estar la nave en peligro el capitán ordeno la evacuación. Los botes salvavidas estaban a merced de las olas, algunos se estrellaban contra las rocas, el mar se llenaba de náufragos, el barco se estrellaba contra la escollera y se hundía, se corrió la voz por Málaga y el puerto se lleno de malagueños dispuestos a ayudar a los náufragos. Unos lanzaban cuerdas para que se agarraran los náufragos, otros botaban embarcaciones. El periódico “La Información” lo narro de la siguiente forma:
“El pueblo de Málaga levantose al impulso celestial de caridad y acudió a la catástrofe, mezclando su grito de espanto con el de angustia y dolor del náufrago. Todo el pueblo sin distinción de clases, como un solo ser, un solo corazón, se ocupó del salvamento; unos con la cuerda, otros con la venda, otros entre las mismas peñas escondidos esperaban que a su alcance llegara alguno de aquellos seres, juguetes de las embravecidas olas, y los hospitales, los coches, los brazos de todo el mundo eran sólo para los alemanes, para los náufragos, nuestros huéspedes, nuestros hermanos en la desgracia”.
Murieron 41 alemanes y 12 malagueños. Los supervivientes fueron acogidos por familias malagueñas. Uno de los superviviente, Otto Lehmberg Tielecke, fue acogido por una familia malagueña del barrio de la Victoria y se enamoro y se caso con la hija de su anfitrión, doña Concepción Ruiz Rodríguez y dicha unión nació el compositor Emilio Lehmberg Ruiz.
El heroísmo de la población malagueña no paso desapercibido en Europa y sobretodo en Alemania. El Kaiser Guillermo II envió diplomas de agradecimientos con el siguiente texto:
“En nombre del Emperador de Alemania expreso con la presente al Concejal D. José García Herrera el más alto agradecimiento de Su Majestad el Emperador de Alemania Guillermo II por su magnánimo y abnegado comportamiento con ocasión del naufragio del buque-escuela de Su Majestad “Gneisenau” el día 16 de Diciembre de 1900 junto al malecón de Málaga. Berlín, a 3 de Junio de 1901. El Secretario de Estado de la Oficina de la Marina Imperial. Von Tirpitz”.
Pasaron los años, y el 23 de septiembre de 1907 una gran riada arraso Málaga. El rey Alfonso XIII al visitar Málaga dijo “Creía grande el desastre, pero no tanto. Esto es horrible”. Las noticias de la tragedia también llegaron a Alemania que no había olvidado la generosa actuación del pueblo de Málaga con sus marinos. La colonia alemana en Málaga inicio una colecta para la construcción de una pasarela que sustituiría a la desaparecida de Santo Domingo. El propio Emperador Alemán encabezo la suscripción así como multitud de particulares y organismos oficiales alemanes. El 16 de diciembre de 1909, aniversario de la tragedia del Gneisenau, fue inaugurado el puente. El cónsul alemán en Málaga, don Adolfo Príes, envío el siguiente escrito al Ayuntamiento de Málaga:
“Al Excmo. Ayuntamiento Constitucional de Málaga. Señor Presidente. Señor. El Pueblo alemán tenía contraída una deuda de gratitud con los malagueños. Una terrible catástrofe, el naufragio de la fragata Escuela de Guardias Marinas Gneisenau y el humanitario comportamiento observado por Málaga entera desde que se apercibió del peligro que corrían el buque y los tripulantes de la Nación Amiga, fueron origen de un profundo sentimiento de gratitud por parte del pueblo alemán, con cuya representación me honro. Una segunda catástrofe, no menos terrible y dolorosa que la primera y cuyos desastrosos efectos aún siguen sintiéndose en esta hermosa ciudad, ha brindado ocasión de evidenciaros tales sentimientos. La Colonia Alemana, que no podía olvidar cómo los hijos de Málaga rivalizaron el infausto día 16 de Diciembre de 1900 en solicitud y heroísmo, luchando con interés y abnegación sublimes para el salvamento de sus hermanos los náufragos y que aún tiene presentes el amor y el desinterés con que todos se disputaron el alojamiento de los supervivientes, durante los días que éstos permanecieron entre nosotros, apenas tuvo conocimiento de la formidable inundación del 23 al 24 de Septiembre de 1907, que tantas víctimas y destrozos causó en esta provincia, sintió resurgir con más bríos los hermosos sentimientos de la caridad y la gratitud, aprestándose a mitigar con su óbolo tanta desdicha. Y una suscripción iniciada por esta colonia alemana, 24 horas después de ocurrida la inundación, encabezada por S. M. el Emperador Guillermo II con una respetable suma, y secundada por Ministros, Ayuntamientos, Cámaras de Comercio y otros centros oficiales y particulares de Alemania, ha producido lo suficiente para costear la pasarela que en nombre de mis representados tengo el honor de ofrecer al pueblo de Málaga por mediación de su digno Alcalde...”
En el puente de Santo Domingo ponemos encontrar la siguiente placa:
“Alemania donó a Málaga este puente agradecida al heroico auxilio que la ciudad prestó a los náufragos de la fragata de guerra “Gneisenau”. MCM-MCMIX”.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

es mu largo

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