LEYENDAS, CURIOSIDADES Y ALGO DE HISTORIA DE MÁLAGA



viernes, 30 de abril de 2010

¿Dónde están los restos fenicios mas antiguos de Málaga?


Gracias a las obras de construcción de la segunda pista del aeropuerto se han descubiertos los restos fenicios más antiguos de Málaga. El yacimiento denominado “La Rebanadilla” situado en la margen derecha del río Guadalhorce ocupa una extensión de más de 3 hectáreas y escondía un asentamiento fenicio que, por antigüedad, supera a “El Cerro del Villar”, se ha estimado la antigüedad en más de 2.700 años. Se ha constatado cuatro fases de ocupación, que cronológicamente van desde el siglo VIII a. C. para la más antigua y el siglo VII a. C. para la más moderna. En la primera etapa de ocupación ha encontrado estructuras de grandes dimensiones relacionadas con la producción de materiales, sobretodo bronce. Se han hallado un poblado fenicio en la segunda etapa, con diferentes edificios de planta rectangular que fueron erigidos con adobe secado al sol. En los edificios se ha descubierto que las paredes y los suelos estaban pintadas de amarillo. También, han aparecido cerámicas procedentes de diversas culturas que se extendían por el Mediterráneo en Grecia, Cerdeña, Chipre, Palestina o Siria. En un tercer momento se construye un nuevo asentamiento mediante habitaciones rectangulares, esta vez, con muros con zócalos de piedra. Presentan suelos realizados con conchas de bivalvos y sobre arenas de playa o gravas de pequeño tamaño. Por último, los arqueólogos han documentado una cuarta fase, en la que los edificios han sido sustituidos por cabañas.

martes, 27 de abril de 2010

Lemas del escudo de Málaga


Málaga tiene en su escudo los siguientes lemas:
“SIEMPRE DENODADA”, “LA PRIMERA EN EL PELIGRO DE LA LIBERTAD”, “MUY HOSPITALARIA”, “MUY BENEFICA” y “MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD DE MALAGA”.
Vamos a explicarlos brevemente:
En 1492 se acordó en Cabildo, que dada la alcurnia y nobleza de la mayor parte de los nuevos pobladores, no hay que olvidar que prácticamente la totalidad de la población musulmana (solo se salvaron 25 familias) fue vendida como esclavos, que en cuantos documentos oficiales fueran otorgados se pusiese siempre por título, “La Muy Noble Ciudad de Málaga”.
El Rey Don Felipe IV, en 1640, ante la ayuda prestada por los malagueños durante la guerra sucesión, especialmente con fuertes sumas de dinero, concedió a su Ayuntamiento el tratamiento de “Señoría”, pudiendo hacer uso de dosel dentro y fuera de su Casa, si concurría en Corporación, a la vez que añadir en su escudo al título “Muy Leal Ciudad”.
El 23 de Marzo de 1.843 se pronunciaba Málaga contra el Gobierno de la Regencia de Espartero, le sigue el resto de España, cae Espartero y Isabel II fue proclamada mayor de edad (con 13 años), en agradecimiento se publico la siguiente Real Orden: “El Gobierno Provisional, en nombre de S. M. Doña Isabel II, queriendo demostrar a la Ciudad su agradecimiento por el denuedo con que se lanzó la primera en la lucha, y a fin de que las generaciones venideras tengan en sus timbres gloriosos un objeto de noble emulación, ha venido en decretar lo siguiente: Art. 1º La Ciudad de Málaga añadirá a los títulos que hoy goza de “Muy Noble, Muy Leal”, el de “Siempre denodada”. Art. 2. Por cimera de su escudo de Armas, llevará una corona Cívica y por debajo pondrá esta divisa: “La primera en el peligro de la Libertad”. Dado en Madrid a 21 de agosto de I853. Joaquín María López”.
A raíz de la valerosa y noble actuación ante el naufragio de la fragata Gneisenau, la reina María Cristina firmaba el siguiente Real Decreto: “De conformidad con las razones expuestas por el ministro de la Gobernación, de acuerdo con el Consejo de Ministros, en nombre de mi Augusto Hijo el Rey Don Alfonso XIII y como Reina Regente del Reino, vengo en conceder a la ciudad de Málaga el título de “Muy hospitalaria” a que tan honrosamente se ha hecho acreedora, rivalizando todas sus clases, Corporaciones y Ayuntamiento en el salvamento de náufragos de la fragata de guerra alemana Gneisenau, acreditando una vez más las altas dotes de abnegación, valor y caridad que distinguen a tan noble pueblo. Dado en Palacio a tres de Enero de mil novecientos uno. María Cristina.”
Por la ayuda prestada a los soldados españoles heridos en la guerra de África, creando un hospital sufragado por suscripción popular e incluso atendiendo a los heridos en casa particulares, el rey Alfonso XXIII firmó el siguiente Real Decreto: “Queriendo dar una prueba de mi Real aprecio a la Ciudad de Málaga por la caritativa hospitalidad prestada a los soldados del Ejercito de África, llevando su altruismo al sostenimiento de un hospital por suscripción popular, vengo en concederle el título de “Muy Benéfica”. Dado en Palacio a 22 de Febrero de 1922.Alfonso”.

domingo, 25 de abril de 2010

¿Que tiene en común el Puente de Santo Domingo y la calle Compositor Lehmberg Ruiz?


Seguro que habréis pasado más de una vez por el Puente de Santo Domingo o Puente de los Alemanes, como es conocido popularmente en Málaga, y también os sonara la calle Compositor Lehmberg Ruiz pero os preguntareis: ¿Que tienen en común estos dos sitios?. El nexo de unión es un barco: la fragata alemana Gneisenau.
A las 11,30 de la mañana del día 16 de diciembre de 1900 se encontraba fondeada cerca del puerto de Málaga la fragata alemana Gneisenau, cuando se levantó un intenso temporal que rompió las anclas del barco y lo empujaba hacia las rocas, al no poder encender las calderas y estar la nave en peligro el capitán ordeno la evacuación. Los botes salvavidas estaban a merced de las olas, algunos se estrellaban contra las rocas, el mar se llenaba de náufragos, el barco se estrellaba contra la escollera y se hundía, se corrió la voz por Málaga y el puerto se lleno de malagueños dispuestos a ayudar a los náufragos. Unos lanzaban cuerdas para que se agarraran los náufragos, otros botaban embarcaciones. El periódico “La Información” lo narro de la siguiente forma:
“El pueblo de Málaga levantose al impulso celestial de caridad y acudió a la catástrofe, mezclando su grito de espanto con el de angustia y dolor del náufrago. Todo el pueblo sin distinción de clases, como un solo ser, un solo corazón, se ocupó del salvamento; unos con la cuerda, otros con la venda, otros entre las mismas peñas escondidos esperaban que a su alcance llegara alguno de aquellos seres, juguetes de las embravecidas olas, y los hospitales, los coches, los brazos de todo el mundo eran sólo para los alemanes, para los náufragos, nuestros huéspedes, nuestros hermanos en la desgracia”.
Murieron 41 alemanes y 12 malagueños. Los supervivientes fueron acogidos por familias malagueñas. Uno de los superviviente, Otto Lehmberg Tielecke, fue acogido por una familia malagueña del barrio de la Victoria y se enamoro y se caso con la hija de su anfitrión, doña Concepción Ruiz Rodríguez y dicha unión nació el compositor Emilio Lehmberg Ruiz.
El heroísmo de la población malagueña no paso desapercibido en Europa y sobretodo en Alemania. El Kaiser Guillermo II envió diplomas de agradecimientos con el siguiente texto:
“En nombre del Emperador de Alemania expreso con la presente al Concejal D. José García Herrera el más alto agradecimiento de Su Majestad el Emperador de Alemania Guillermo II por su magnánimo y abnegado comportamiento con ocasión del naufragio del buque-escuela de Su Majestad “Gneisenau” el día 16 de Diciembre de 1900 junto al malecón de Málaga. Berlín, a 3 de Junio de 1901. El Secretario de Estado de la Oficina de la Marina Imperial. Von Tirpitz”.
Pasaron los años, y el 23 de septiembre de 1907 una gran riada arraso Málaga. El rey Alfonso XIII al visitar Málaga dijo “Creía grande el desastre, pero no tanto. Esto es horrible”. Las noticias de la tragedia también llegaron a Alemania que no había olvidado la generosa actuación del pueblo de Málaga con sus marinos. La colonia alemana en Málaga inicio una colecta para la construcción de una pasarela que sustituiría a la desaparecida de Santo Domingo. El propio Emperador Alemán encabezo la suscripción así como multitud de particulares y organismos oficiales alemanes. El 16 de diciembre de 1909, aniversario de la tragedia del Gneisenau, fue inaugurado el puente. El cónsul alemán en Málaga, don Adolfo Príes, envío el siguiente escrito al Ayuntamiento de Málaga:
“Al Excmo. Ayuntamiento Constitucional de Málaga. Señor Presidente. Señor. El Pueblo alemán tenía contraída una deuda de gratitud con los malagueños. Una terrible catástrofe, el naufragio de la fragata Escuela de Guardias Marinas Gneisenau y el humanitario comportamiento observado por Málaga entera desde que se apercibió del peligro que corrían el buque y los tripulantes de la Nación Amiga, fueron origen de un profundo sentimiento de gratitud por parte del pueblo alemán, con cuya representación me honro. Una segunda catástrofe, no menos terrible y dolorosa que la primera y cuyos desastrosos efectos aún siguen sintiéndose en esta hermosa ciudad, ha brindado ocasión de evidenciaros tales sentimientos. La Colonia Alemana, que no podía olvidar cómo los hijos de Málaga rivalizaron el infausto día 16 de Diciembre de 1900 en solicitud y heroísmo, luchando con interés y abnegación sublimes para el salvamento de sus hermanos los náufragos y que aún tiene presentes el amor y el desinterés con que todos se disputaron el alojamiento de los supervivientes, durante los días que éstos permanecieron entre nosotros, apenas tuvo conocimiento de la formidable inundación del 23 al 24 de Septiembre de 1907, que tantas víctimas y destrozos causó en esta provincia, sintió resurgir con más bríos los hermosos sentimientos de la caridad y la gratitud, aprestándose a mitigar con su óbolo tanta desdicha. Y una suscripción iniciada por esta colonia alemana, 24 horas después de ocurrida la inundación, encabezada por S. M. el Emperador Guillermo II con una respetable suma, y secundada por Ministros, Ayuntamientos, Cámaras de Comercio y otros centros oficiales y particulares de Alemania, ha producido lo suficiente para costear la pasarela que en nombre de mis representados tengo el honor de ofrecer al pueblo de Málaga por mediación de su digno Alcalde...”
En el puente de Santo Domingo ponemos encontrar la siguiente placa:
“Alemania donó a Málaga este puente agradecida al heroico auxilio que la ciudad prestó a los náufragos de la fragata de guerra “Gneisenau”. MCM-MCMIX”.

¿Por qué se le llama gurripatos a los soldados de Aviación?


En Málaga se conoce a los soldados de aviación como gurripatos. Esto procede de que en el año 1938 se estableció en Málaga, en la calle Cuarteles, la escuela de especialistas del Ejercito del Aire. Los cursos eran intensivos, no olvidamos que estábamos en plena Guerra Civil, se los formaba rápidamente para enviarlos al frente lo antes posible. Los pobres alumnos no tenían tiempo para nada, lo único que podían hacer en sus pocos minutos de descanso era asomarse a las ventanas de la Escuela para poder despejarse un poco. En el barrio, no nos olvidemos que era en pleno Perchel, se comentaban que parecían “gurripatos mirando desde el nido”, gurripato es la deformación de la palabra gurriato (pollo de gorrión). Desde entonces se comenzó a llamar gurripatos a todos los soldados de aviación. En Málaga existe la “Asociación Gurripatos de Málaga” que es la asociación más antigua de España de veteranos del Ejercito del Aire.

Una historia de la posguerra


Aqui os dejo una historia que me conto mi mujer:
"Los años de la posguerra fueron años de extrema escasez. Los productos que los malagueños podían poner en sus mesas eran pocos y por supuesto no se podían elegir los tipos de alimentos que consumir: lo poco que había era lo que se comía.
Mi madre siempre me contaba una historia relacionada con esta época. Unas navidades, mi abuelo quiso poner en la mesa algún “manjar” (que hoy en día no nos lo parecería). Sin excesivo problema económico, se lanzó a la búsqueda por los comercios de la ciudad. No encontró nada y cuando ya casi desesperaba de conseguir algo divisó en el escaparate de un ”ultramarinos”, situado en la Alameda Principal, un hermoso salchichón. Entro en la tienda dispuesto a hacerse con el codiciado botín y cual no fue su sorpresa cuando el dependiente le dijo que era imposible venderle dicha exquisitez. Insistió mi abuelo en su demanda consiguiendo solamente la negativa del tendero. No dispuesto ha dejarse vencer por ningún obstáculo, requirió hablar con el dueño del establecimiento. Cuando este se personó en el mostrador mantuvo la negativa de la venta. Ante la insistencia de mi abuelo, el afligido propietario de aquel prestigioso ultramarinos, se vio obligado a confesar que lo que tan flamante lucía en su escaparate, no era un salchichón, sino un trozo de madera, con la forma adecuada, forrado con el envoltorio típico de dicha chacina."